RAICES NACIONALES
Niñas indígenas mexicanas.Principales grupos indígenas de México Grupo Población Náhuatl 2.445.969 Maya 1.475.575 Zapoteco 777.253 Mixteco 726.601 Otomí 646.875 Totonaca 411.266 Tzotzil 406.962 Tzeltal 384.074 Mazahua 326.660 Mazateco 305.836 Fuente: CDI (2000) [5] México es étnicamente diverso. El segundo artículo de la Constitución Mexicana define el país para ser una nación pluricultural al principio fundada sobre el principio de los pueblos indigenas.
Aunque no haya ninguna estadística oficial para la identidad étnica del país, se estima que alrededor del 75% de la población es étnicamente Mestizo, y el 12% es puramente Amerindio. Los Blancos constituyen un 12% de la población, donde se destacan principalmente los descendientes de españoles, franceses, italianos, alemanes y judíos, mientras que otros grupos étnicos - a saber los Afro-Mexicanos, Arabigo-Mexicanos y Asiático-Mexicanos - constituyen menos del 2% de la población total.
El INEGI es el instituto encargado de realizar los censos de población en México. Sin embargo, entre sus encuestas no se dispone de mecanismos que permitan contabilizar con exactitud la magnitud de los grupos étnicos que habitan en su territorio.
La política predominante del primer siglo de vida independiente de México era sumamente racista. Tras el triunfo de la Revolución, varios pensadores consideraron que México era una nación culturalmente mestiza, y entonces las baterías se dirigieron a asimilar a los indígenas a la cultura nacional. Las consecuencias fueron la reducción en términos absolutos y relativos de las personas que hablaban lenguas indígenas.
Éste es el único criterio que se ha empleado para determinar la cantidad de indígenas en el país. Sin embargo, ha sido criticado, puesto que la identidad étnica no está dada sólo por la identidad lingüística como señalaba Guillermo Bonfil Batalla en México profundo. Finalmente, en un país con tal mezcolanza es demasiado complejo meramente determinar el verdadero origen étnico y racial de los individuos.
Por ello, las cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (anteriormente el Instituto Nacional Indigenista, INI) son divergentes. Para el primero, la población indígena es de alrededor de 6% del total, en tanto que para la segunda, la proporción oscila entre 10 y 14%. En la página Web de la CDI la cifra ofrecida por la institución es de 10.220.862 indígenas en el país en el año 2000, lo que constituiría cerca del 11% de la población mexicana. Los criterios empleados por la CDI para su cálculo incluyen, además del lingüístico, el lugar de origen, la identidad étnica de uno o ambos padres, la asunción individual de la identidad indígena, entre otros.
La CDI reconoce solamente a 65 grupos étnicos indígenas distinguidos entre sí sobre la base del criterio lingüístico. Los más grandes son el náhuatl, el maya, el zapoteco, el mixteco, el otomí y el purépecha. Todos ellos son descendientes de los antiguos pueblos mesoamericanos. Los grupos más pequeños son el kiliwa, asentado en el norte de Baja California y el lacandón de Chiapas, con apenas unas decenas de integrantes.
Religiones Religiones en México1 Religión Creyentes Católica 74.612.373 Protestantes y evangélicas
Históricas Pentecostales La Luz del Mundo Otras
4,408,159
599.875 1.373.383 69.254 2.365.647
Bíblicas no evangélicas
Adventistas Mormones Testigos de Jehová
1,751,910
488.945 205.229 1.057.736
Judaísmo 45.260 Sin religión 2.982.929 No especificada 732.630 1Sólo contempla la población mayor de cinco años, que en el año 2000 sumaba 84.794.454 Fuente: INEGI (2000) [6] México es el tercer país con más católicos del mundo, después de Brasil y los Estados Unidos.[19] A pesar de ello, el Estado mexicano es oficialmente laico desde que la separación entre las instituciones religiosas y la administración política de la nación quedara consagrada en la Constitución de 1857, y fuera ratificada en la hoy vigente Constitución de 1917. La Constitución de 1824 declaraba que la religión oficial de la República sería la católica, y Morelos señalaba que no debería haber tolerancia para ninguna otra. A partir de la segunda mitad del siglo XX, se inició un proceso de introducción de credos diferentes al católico.
La década de 1920 fue marcada por un conflicto religioso conocido como la Guerra Cristera, en la cual muchos campesinos alentados por el clero se enfrentaron al gobierno federal que había decidido poner en vigencia las leyes constitucionales de 1917. Entre las medidas contempladas por la Carta Magna estaban la supresión de las órdenes monásticas y la cancelación de todo culto religioso. La guerra concluyó con un acuerdo entre las partes en conflicto (Iglesia Católica y Estado), por medio del cual se definieron los respectivos campos de acción. Hasta la mitad de la década de 1990, la constitución mexicana no reconocía la existencia de ninguna agrupación religiosa. En 1993 fue promulgada una ley mediante la cual, el estado les concedía personalidad jurídica como Asociaciones religiosas. Este hecho permitió el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el Vaticano, al cual el Estado mexicano no reconocía como entidad política.
Según las cifras del INEGI, la mayor parte de los mexicanos se declaran cristianos y en su mayoría, católicos (poco más de 74.600.000 adeptos)[7]. La segunda agrupación cristiana son los Testigos de Jehová, que suman más de 1 millón de adeptos, que convierten a la congregación mexicana de esa rama cristiana en la segunda a nivel mundial. En tercer lugar se encuentra la Iglesia de la Luz del Mundo, que tiene su centro en La Hermosa Provincia, una colonia de Guadalajara. Las denominaciones pentecostales tienen también una presencia importante, sobre todo en las ciudades de la frontera y las comunidades indígenas. De hecho, las iglesias pentecostales juntas suman más de 1.300.000 adeptos, que en números netos las colocan como el segundo credo cristiano en México. Cambia la situación cuando se consideran las diferentes denominaciones pentecostales como entidades separadas.
De acuerdo con el investigador Jacobo-Grinberg-Zylberbaum y editados de la Universidad Nacional Autónoma de México, es notable la pervivencia de rituales de tipo mágico-religioso de los antiguos grupos indígenas, no sólo en los indígenas actuales sino en los mestizos y blancos que conforman la sociedad mexicana rural y urbana. Existe frecuentemente un sincretismo entre el chamanismo y la tradición católica.
La proporción de católicos es variable en diferentes ámbitos sociales. En las ciudades, suele ser más baja, aunque hay algunas regiones indígenas en donde los integrantes de credos protestantes alcanzan un porcentaje de 30%. Incluso, en algunas zonas de Chiapas, la comunidad de indígenas musulmanes suma unos 5.000 creyentes. La mayor diversidad religiosa se presenta en la zona norte del país, fronteriza con los Estados Unidos, y en el sureste, cuya población tiene un fuerte componente indígena. El centro, y especialmente la región del Bajío, es abrumadoramente católica. Por ejemplo, el 95% de los hidrocálidos originarios de Aguascalientes, se declara católico, igual que poco más del 90% de la población de Jalisco y Guanajuato. También es importante el número de personas que no profesan ninguna religión. Suman más de 2 millones del total de 84 millones de personas mayores de 5 años (cerca del 3% del universo contemplado en los tabulados del INEGI).
En ciertas regiones, la profesión de un credo diferente del católico es vista como una amenaza para la unidad comunitaria. Se argumenta que la religión católica forma parte de la identidad étnica, y que los protestantes no están dispuestos a participar de los usos y costumbres tradicionales (el tequio o trabajo comunitario, la participación en las fiestas patronales y cuestiones similares). La negativa de los protestantes se debe a que sus creencias religiosas no les permiten participar en el culto a las imágenes. En los casos extremos, la tensión entre católicos y protestantes ha dado lugar a la expulsión de los protestantes en varios pueblos. Los casos más conocidos son los de San Juan Chamula [8] [9], en Chiapas, y San Nicolás, en Ixmiquilpan [10], Hidalgo.
Ofrenda de Día de Muertos.Un argumento similar fue presentado por un comité de antropólogos para solicitar al gobierno de la República la expulsión del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), en el año 1979, al cual se acusó de promover la división de los pueblos indígenas al traducir la Biblia a los idiomas vernáculos y evangelizar en un credo protestante que amenazaba la integridad de las culturas populares. El gobierno mexicano prestó atención al llamamiento de los antropólogos y canceló el convenio que tenía celebrado con el ILV. Los conflictos también se han dado en otros ámbitos de la vida social. Por ejemplo, dado que los Testigos de Jehová tienen prohibida la rendición de honores a los símbolos patrios (algo que en las escuelas públicas de México se realiza cada lunes), los niños que han sido educados en esa religión eran expulsados de las escuelas públicas. Este tipo de problemas sólo se resuelven con la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y no siempre con resultados favorables para los niños.
Más allá de las iglesias y denominaciones religiosas, persiste en México un fenómeno que algunos antropólogos y sociólogos llaman Religión Popular, esto es, la religión tal y como la practica y entiende el pueblo. En México, el componente principal es la religión católica, a la que se han adherido elementos de otras creencias, ya de origen prehispánico, africano o asiático. En general, la religiosidad popular es vista con malos ojos por las religiones estructuradas. Uno de los casos más ejemplares de la religiosidad popular es el culto a la Santa Muerte. La jerarquía católica se empeña en calificarla como culto satánico. Sin embargo, la mayor parte de las personas que profesan este culto se declaran a sí mismos como creyentes católicos, y consideran que no hay ninguna contradicción entre los homenajes que brindan a la Niña Blanca y la adoración a Dios. Otros ejemplos son las representaciones de la Pasión de Cristo y la celebración del Día de Muertos, que se realizan en el marco del imaginario cristiano católico, pero bajo una reinterpretación muy particular de sus protagonistas.
Idiomas Principales lenguas de México1
Lengua Hablantes Náhuatl 1.659.029 Maya 892.723 Mixteco (Tu’un sávi) 510.801 Zapoteco (Binizaa) 505.992 Tzotzil (Batsil k’op) 356.349 Tzeltal (K’op o winik atel) 336.448 Otomí (Hñä hñü) 327.319 Totonaca (Tachihuiin) 271.847 Mazateco (Ha shuta enima) 246.198 Huasteco (Téenek) 173.233 1 No incluye al español, hablado por 97% de la población
Fuente: CDI (2000) [11] Artículo principal: Idiomas de México
Lenguas nacionales La Ley General de los Derechos Lingüísticos [12] concede el estatuto de lenguas nacionales al español y a las lenguas indígenas nativas del territorio, así como a aquellas de otros pueblos indoamericanos que se hayan establecido en el territorio nacional. El español es la lengua dominante en asuntos oficiales, aunque no existe una declaratoria legal que lo haga lengua oficial del país. Este idioma es hablado por casi todos los mexicanos.
Un 7% de la población habla una lengua indígena. El gobierno reconoce oficialmente 63 lenguas indígenas —agrupando las variedades similares que para algunos lingüistas deberían ser considerados como lenguas diferentes—. Entre las lenguas indígenas, las que cuentan con el mayor número de hablantes son el náhuatl y el maya yucateco; juntas, suman más de 2 millones de personas. El caso opuesto es el del maya lacandón, cuyo número de hablantes no llega a los 100. El gobierno federal promueve y ya ha establecido sistemas de educación bilingüe en las comunidades indígenas y rurales, y un porcentaje considerable de la población indígena es bilingüe.
Lenguas extranjeras Debido a la cercanía con EE. UU., la presencia del inglés es constante, especialmente en los centros urbanos, en la música y en el cine; además es muy común en el ambiente de negocios por las actividades económicas que México tiene con el resto del mundo.
De las lenguas llevadas a México por los inmigrantes europeos no españoles, llama la atención el caso del véneto, hablado en Chipilo, ciudad poblana fundada en 1882 por inmigrantes italianos. Hoy en día, casi todos los residentes de la ciudad utilizan el véneto en sus actividades cotidianas. El véneto también se escucha en Veracruz, en Huatusco y Colonia Manuel González.
Otro caso similar es el del Plautdietsch (o Plattdeutsch, o simplemente Platt), un dialecto bajo sajón (o “bajo alemán”) que se habla en las comunidades menonitas en los estados de Chihuahua, Zacatecas y Durango.
El francés también se escucha en el estado de Veracruz, con una colonización francesa en este estado, particularmente en los poblados de Jicaltepec, Perote, San Rafael y Mentidero. Otro caso es el alemán en la zona del Soconusco, Chiapas, donde se instalaron colonias alemanas y el la capital del estado de Puebla ya que la armadora Volkswagen se encuentra ahí, también hay presencia de comunidades alemanas en Sinaloa como las de Mazatlán y Culiacán.
Se tiene una presencia importante de españoles no castellanos en territorio mexicano, esto se dio durante la guerra civil española bajo el gobierno de los ex-presidentes Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho. En los últimos años han llegado nuevos migrantes españoles y entre ellos destacan los de habla catalana que son los más numerosos con casi 7.500 hablantes bilingües concentrados en la Distrito Federal, Puebla y Quintana Roo, le siguen los de habla vasca con casi 5.000 hablantes bilingües concentrados en las el Distrito Federal y Nuevo León y en menor escala se tiene a los gallegos bilingües que suman unos 5.000 hablantes dentro del Distrito Federal, Estado de México, Veracruz y Jalisco. Aún se puede escuchar y enseñar estas lenguas en México por los esfuerzos realizados de la Embajada Española, se puede aprender catalán en el CELE de ciudad universitaria de la UNAM y/o en el Orfeó Català, vasco en la Casa Vasca ubicada en Polanco y gallego en los centros de La Galleguidad ubicadas en la Cd. de México y en Guadalajara.
Salvo el español, ninguna otra lengua europea es considerada lengua nacional, aún si su número de hablantes fuera mayor al de alguna lengua indígena. Por lo tanto, no se contemplan en asuntos como la educación pública, ni en la impartición de justicia.
nos da a conocer que tan imporates son las raices ya que de ellas vienen muchas de nuestras tradiciones que son en muchos casos son originales, tomando en cuenta que para ello se tomo desde hace mucho y se an perdido en algunos lugares.
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